El Cocido Madrileño, este manjar, nacido de la sabiduría y el ingenio culinario madrileño, es mucho más que una simple receta: es un legado cultural que ha resistido al paso del tiempo y se ha convertido en un símbolo de identidad. Cada bocado nos transporta a las calles empedradas de Madrid, nos cuenta historias de abuelos y abuelas transmitiendo sus secretos en la cocina, nos habla del amor por la tradición y el respeto por los ingredientes.
El Cocido Madrileño no es solo una sopa con garbanzos, carne y verduras; es una sinfonía de sabores que se entrelazan armoniosamente para crear una explosión gastronómica en cada cucharada. Los garbanzos suaves y tiernos dan cuerpo al caldo reconfortante. La carne jugosa y tierna se deshace en la boca con cada mordisco. Y las verduras frescas añaden ese toque vibrante que equilibra todos los elementos.
Pero no solo es su sabor exquisito lo que hace especial al cocido madrileño; también es su capacidad única para reunir a familias y amigos en torno a una mesa. No hay nada más hermoso que compartir risas, conversaciones animadas e historias mientras degustamos este manjar ancestral. Es un ritual cargado de cercanía e intimidad que refuerza vínculos afectivos entre generaciones.
Además, hay algo mágico en la forma en que el cocido madrileño puede adaptarse a cualquier ocasión o estación del año. En invierno nos consuela con su calidez reconfortante; en primavera nos llena de vitalidad con sus ingredientes frescos; en verano nos sorprende con sus versiones frías llenas de frescura; y en otoño llega para recordarnos las raíces más profundas de nuestra gastronomía.
En resumen, el Cocido Madrileño merece ser defendido como un tesoro culinario invaluable. Es parte de nuestra historia, nuestro patrimonio cultural y nuestro legado gastronómico. Disfrutarlo no solo implica deleitar nuestros sentidos con aromas irresistibles y sabores inolvidables, sino también honrar nuestras raíces culinarias y preservar esta joya intangible para las futuras generaciones.
Les invito a cerrar los ojos por un momento e imaginar esa mesa repleta de platos humeantes llenos del mejor cocido madrileño; esa mesa donde se mezclan risas contagiosas entre familiares queridos mientras disfrutan juntos esta experiencia gastronómica única.
¡Defendamos juntos este tesoro culinario! ¡Viva el Cocido Madrileño!
Ingredientes para 6 comensales:
- 500 gramos de garbanzos de "Madriz".
- 2 huesos de jamón.
- 200 gramos de tocino fresco.
- 100 gramos de tocino salado.
- Huesos de vaca.
- 3 huesos de espinazo salado.
- 300 gramos de morcillo.
- 200 gramos lacón salado.
- Media gallina.
- 4 chorizos.
- Dos morcillas.
- 2 manitas de cerdo.
Verduras:
- Cuatro patatas grandes.
- Cuatro zanahorias grandes.
- Un puerro grande.
- Un nabo mediano.
- Un trozo pequeño repollo.
- Sal al gusto.
Para el "mejunje" de Villamanta:
- Dos tomates maduros.
- Une cucharada pequeña de comino en grano.
- Tres dientes ajo.
- Aceite y vinagre al gusto.
Para la sopa:
- Fideos Cabello de Ángel finitos, un puñado por comensal.
- Ajos picados al gusto.
- Yerbabuena.
Preparación:
Poner los garbanzos a remojar la noche anterior en agua con sal y bicarbonato.
En la olla de barro, añadir los huesos de jamón, el tocino fresco, el tocino salado, los huesos vaca y espinazo salado, el morcillo, el lacón, la gallina y las manitas de cerdo.
Llevar a ebullición y luego reducir el fuego para cocer a fuego muy lento, añadimos los garbanzos en una red de hilo, cocemos durante aproximadamente 5 horas hasta que los garbanzos estén tiernos.
Mientras tanto prepara el "mejunje": En un mortero hacemos un majado con el comino y los ajos con un poco de sal, agregamos el tomate y seguimos machacando. Agrega aceite y vinagre al gusto hasta obtener una salsa no muy espesa.
Pelar las patatas, zanahorias, nabo, cortarlas en trozos grandes junto con puerro.
Después de las dos primeras horas iniciales, añade a la olla las patatas, zanahorias, nabo y el puerro, introduciéndolas en otra malla de hilo.
En una cacerola a parte cocemos el repollo con unos ajos machacados.
Una vez cocido el repollo, lo rehogamos con unos dientes de ajo y pimentón.
En otra cacerola cocemos los chorizos con vino tinto y en una sartén con un poco de aceite freímos las morcillas.
Para preparar la sopa:
Retirar parte del caldo del cocido utilizando una jarra o taza. Separarlo en un recipiente aparte.
Añadir ajos picados al gusto directamente al caldo reservado previamente del cocido madrileño. Dejar hervir durante unos minutos para que se mezclen los sabores.
Colocar unos puñados de fideos de cabello de ángel finitos directamente en el caldo caliente reservado, añadimos unas ramitas de "Yerbabuena". Mezclar bien. Cocinarlos según indicaciones del paquete hasta que estén al dente.
Colocar los fideos ya cocidos junto con su caldito resultante, en platos hondos. Servir acompañando de algo de carne desmenuzada o algunos garbanzos. Consumir inmediatamente mientras está bien caliente.
Por que Tú eres gloria pura, ¡¡¡Cocidito Madrileño!!!
Trucos:
Poner bicarbonato en los garbanzos a remojo ayuda a ablandarlos y facilitar su cocción. El bicarbonato de sodio alcaliniza el agua, lo que reduce el tiempo de remojo necesario para ablandar los garbanzos. También se cree que ayuda a eliminar parte del ácido fítico presente en los garbanzos, lo cual puede mejorar la digestibilidad y absorción de nutrientes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las recetas requieren o recomiendan usar bicarbonato al remojar los garbanzos, (en esta caso de la receta de Cocido Madrileño, si se recomienda). Algunas personas pueden ser sensibles al bicarbonato o simplemente prefieren evitarlo.
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